La lucha por la justicia fiscal en América Latina y más allá
Entrevista con Jorge Coronado Marroquin
Red Latinoamericana sobre Deuda, Desarrollo y Derecho
(Latindadd)
Entrevista realizada por Constantin Groll
Berlin, Mayo 2017
En el lobby de un hotel en Berlín encontramos a Jorge Coronado
Marroquin de la ONG Latindadd, Red Latinoamericana sobre Deuda,
Desarrollo y Derechos (www.latindadd.org). Latindadd, con sede
principal en Lima, Perú, es una red que integra 17 organizaciones y
movimientos en 9 países de América Latina. Entre sus múltiples áreas
de acción en su lucha por una economía al servicio de la gente se
encuentra un importante énfasis en temas de fiscalidad y
tributación, promoviendo el enfrentamiento activo contra la evasión
y las injusticias impositivas.
Jorge Coronado Marroquin, de nacionalidad costarricense, es miembro
del Consejo Directivo de Latindadd y del Consejo de Coordinación de
la Red de Justicia Fiscal en América Latina y el Caribe
(http://www.justiciafiscal.org). En esta última función se encuentra
en Berlín para participar como uno de los dos representantes de
América Latina y el Caribe en la reunión anual de la Red Global de
Justicia Fiscal.
Constantin Groll (CG): Al igual que otras organizaciones
no-gubernamentales, Latindadd promueve bastante el tema de la
justicia tributaria. Es decir, vinculan los impuestos con los
derechos humanos e individuales. ¿Nos puede explicar por qué es
necesario tener esta perspectiva en la tributación?
Jorge Coronado Marroquin (JCM): Bueno, nosotros hablamos de
justicia fiscal incluso más que de justicia tributaria. Porque si
hablamos del tema tributario solo son impuestos. Cuando hablamos de
fiscalidad hablamos de dos dimensiones. Cómo se recauda, quién paga,
pero además en qué se invierte lo que se ha recaudado. Esa es la
dimensión de que hablamos al promover la justicia fiscal. No solo
planteamos que se debe recaudar más, que quien más tiene más pague,
sino que además tiene que haber transparencia y eficacia en cómo se
invierten estos recursos, que es la segunda parte del problema que
tenemos en América Latina.
En América Latina tenemos modelos tributarios e impositivos
totalmente regresivos. Entre el 60% y 70 % en promedio de lo que se
recauda en el caso de Centroamérica y México, y entre el 60% y 55%
en promedio en el caso de Sudamérica son impuestos indirectos, o sea
impuestos al consumo. No se grava el patrimonio, no se gravan las
herencias y por esto planteamos que uno de los temas centrales en
América Latina son las estructuras tributarias regresivas.
Lo segundo, para situar la grave situación, es que hay una altísima
evasión y elusión. Quienes deberían pagar no pagan, evaden o eluden.
Y particularmente el 80% de la evasión está referida a una actividad
legal, lo que es el comercio internacional principalmente. Y en un
continente cuyas economías están esencialmente transnacionalizadas,
son las multinacionales las que evaden más impuestos. No quiero
decir con esto que no haya evasión de capitales nacionales, que la
hay y muy fuerte. Pero si a esto le sumamos además el falso
argumento que hay que atraer inversión extranjera directa, y para
eso tenemos que brindar privilegios y excepciones fiscales, el
círculo se empieza a complejizar aún más. Porque esta race to the
bottom, esta carrera hacia el precipicio donde se compite entre los
países por ver quién da más incentivos ha tenido implicaciones muy
fuertes en las finanzas de los estados latinoamericanos.
Entonces vamos viendo la cadena: estructuras tributarias regresivas,
fuerte evasión y elusión, sectores económicos poderosos que gozan de
privilegios e incentivos fiscales […] Esto tiene una implicación en
las políticas públicas. Por supuesto no hay financiamiento ni para
salud, ni para educación, ni para infraestructura o sistemas de
protección social. Por esto decimos que lo fiscal tiene que ver
directamente con la dimensión social y el modelo de exclusión y
desigualdad social que presenta América Latina, y la mejor
herramienta para combatir la desigualdad y la exclusión social es
transformar las estructuras tributarias de nuestros países. Y en
esta línea es que tocamos el tema de fiscalidad.
CG: El tema fiscal, y en particular los impuestos
frecuentemente se analizan como un asunto técnico y abstracto. Esto
inhibe la participación de muchos actores y ciudadanos. ¿Cómo
observa usted el desafío de hacer campaña sobre estos temas y de
vincularse con otros movimientos sociales?
(JCM): En términos de desafíos hemos tenido varios en esta
dimensión. Primero, salir de la dictadura de los tributaristas. El
tema fiscal era patrimonio de abogados tributaristas, contadores,
nos hablan de las variables específicas.
Si vamos a hablar con campesinos sobre precios de transferencia,
treaty shopping, les hablamos como marcianos. Lo primero es entender
más, tratar de entender más, y esto ha sido el esfuerzo, entender
esto en la dimensión de la economía política. Como la fiscalidad
forma parte de esta variable más de economía política, la idea ha
sido poder encontrar los vínculos entre comercio, tributación,
riqueza, política, políticas económicas y política social, dándoles
esta visión integral.
En este sentido hemos hecho investigación para ir combinando estos
elementos. El desafío más fuerte era popularizar estos elementos, lo
que no hemos logrado del todo. Hemos hecho avances importantes, pero
encontrar cómo explicar a alguien que no tiene ni siquiera estudios
especializados de qué se trata cuando hablamos de precios de
transferencias, que lo pueda entender en forma sencilla, cuál es el
mecanismo más bueno, no es fácil. Ahí venimos armando materiales,
cartas, formularios, revistas, videos, infografías para que, sin que
sea algo muy maniqueo o parezca un panfleto, que tenga algún nivel
de rigurosidad, pero que logre hacer comprender a la gente.
Segundo, hemos desarrollado procesos de investigación, en algún
momento con movimientos sindicales, para que vayan comprendiendo que
la lucha por mejores condiciones laborales tiene que ver con la
fiscalidad. Por ejemplo, nos hemos vinculado con la Confederación
Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA),
porque por lo que ellos luchan es por la universalización y
sustentabilidad de los sistemas de protección social, pensiones,
seguros, etc. Hemos hecho con ellos un trabajo sobre sistemas de
protección social y fiscalidad, mostrando todos estos montos que se
van y que se evaden y que dejan de financiar la protección social.
También nos hemos acercado a la Internacional de Servicios Públicos
de Interaméricas (ISP) por el tema de servicios públicos de calidad
y fiscalidad. Y esto ha permitido que en este momento haya cada vez
más sindicatos que empiezan a poner que se tiene que pagar
impuestos, que hay que ponerle control a los paraísos fiscales, que
hay que regular, que hay que detener la evasión. Y ellos obviamente
tienen mucha más resonancia que nosotros en muchos espacios.
Encontrar cómo aparece el tema de los impuestos en la vida
cotidiana, esa ha sido de alguna forma nuestra apuesta, que no es
fácil, pero bueno, de esto se trata el ejercicio que hemos hecho a
nivel continental, con la Red de Justicia Fiscal América Latina y
Latindadd. Somos dos conglomerados que trabajamos estos temas y los
tratamos de vincular con distintos actores y sectores sociales en
diferentes niveles, muchos de ellos que en tema de impuestos ni se
habían planteado, pero de a poco se van aproximando.
CG: Recientemente los Panamá Papers causaron un escándalo
global y revelaron la magnitud de los flujos financieros ilícitos a
nivel global, pero también en América Latina. ¿En qué medida estos
data leaks, esta nueva dimensión digital ayuda al trabajo de
Latindadd? ¿Qué importancia tiene para ustedes?
(JCM): Mira, esto ha ayudado mucho, y no solo esto, sino otra
línea de trabajo que venimos desarrollando con los grupos de
periodistas que sacaron todo de los Panamá Papers. Hemos realizado
dos actividades con periodistas de estos centros de investigación
para poder tener algún nivel de colaboración, de acuerdo con las
posibilidades que nos brinden ellos, y ha sido muy interesante
porque abre desafíos sobre cómo podemos posicionarnos en los medios.
Muchas veces estamos trabajando con medios alternativos y digitales.
No obstante, hemos definido que los medios comerciales privados no
haya que dejarlos. Aunque es difícil trabajar con ellos y sabemos
que sacaron los Panamá Papers en cierta dirección porque interesa
políticamente a quienes controlan estos medios. Pero ya el solo
hecho que se publiquen sobre estos temas permite que podamos seguir
produciendo información distinta en otros espacios.
Este trabajo con los periodistas ha sido muy interesante porque
incluso ellos mismos no interactuaban entre ellos. Cada quien estaba
en su país, conocen allá pero no necesariamente tienen muchos
vínculos en el exterior, y ahí hemos encontrado mucha disponibilidad
a colaborar.
Los periodistas son una herramienta fundamental, son un aliado
fundamental. Y los Panamá Papers evidencian es que toda esta parte
virtual de la comunicación es central. Es central y hay que
desarrollarla más para el trabajo investigativo. Todo lo que está en
la nube ya es público, ya no hay secretos, y con todos los parches y
claves, siempre se van dando filtraciones por algún lado.
CG: Los Panamá Papers también mostraron la importancia de los
secretos financieros y han alimentado un debate que ya existía
previamente que tiene promotores y detractores. ¿Cómo observan
ustedes esta discusión y cómo argumentar la necesidad de eliminar la
opacidad financiera?
(JCM): Una de las cosas que planteamos nosotros es que
debería eliminarse el tema del secreto bancario. El secreto bancario
permite la evasión y la elusión. Si no puedes entrar a conocer las
cuentas que tiene cada uno, cómo se les va a dar seguimiento.
El secreto bancario ha brindado una opacidad absoluta que limita
poder monitorear y controlar efectivamente. Entonces venimos
diciendo hay que eliminar el secreto bancario. Hay que eliminar el
secreto a la información, la que afortunadamente en estos tiempos
corre a nivel virtual, -a veces de formas muy irregulares- pero ya
la información es más difícil tenerla tan escondida. Pero sí, en
términos financieros sigue habiendo mucha opacidad. Bueno, los
paraísos fiscales son la prueba completa, y siguen existiendo, y
acabarlos va a ser una lucha a largo plazo. Porque se nos vende la
idea que los paraísos fiscales son unas pequeñas islitas, pero que
en realidad están a 130km de la Casa Blanca, u en Irlanda, la City
en Londres, Suiza […]. Los paraísos son, digamos, los mecanismos que
crearon las multinacionales para desarrollar toda una estrategia
para aumentar sus tasas de ganancias en forma irregular. Y
efectivamente tocar este elemento es tocar la esencia de este modelo
que crearon las multinacionales por encima de los gobiernos.
Pusieron a los gobiernos a generar la legislación que les permitiera
esto. Acabar con los paraísos fiscales es acabar con el centro del
poder corporativo mundial en materia de opacidad y de evasión, y por
eso es que es un tema tan sensible que involucra una lucha global.
No es una lucha de la región, ni de un país, ni mucho menos.
CG: ¿Es un problema de acción colectiva en la gobernanza
global?
(JCM): Sí claro, y ahí efectivamente requerimos entrar a
transformar esto, que no es fácil. Pero hay varias campañas. Ve el
tema de BEPS (Base Erosion and Profit Shifting), de la OECD
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). La
OECD dice que hay que coordinarse porque el tema de la evasión
internacional no es solo un problema del sur, es un problema que
impacta también en el norte porque ya no pagan en ninguna parte. Se
plantea que hay que regular el pago de impuestos de las
multinacionales, y entonces lanzan BEPS. Pero BEPS, tiene una
trampa, claro. No vamos a cobrar donde tiene la fuente, o sea donde
generan la riqueza, sino donde tienen la residencia. Y obviamente la
residencia está en el norte, y la fuente donde se extrae su riqueza
está en el sur. Así que BEPS para nosotros no representa ningún
cambio. Porque lo poco que le van a cobrar se los pagan a ellos
mismos ahí en el norte sus multinacionales. Si es que logran llegar
a pagar algo. Pero a nosotros en el sur nos dejan lo mismo sin
grandes cambios.
No hay solución si la OECD no cambia este principio de que se pague
en la fuente y no en la residencia. Y es el círculo del poder del
norte, porque el G20 es el que dice que hay que controlar, y para
esto se crea un mecanismo por parte de la OECD y la OECD empieza
trabajar en BEPS. Como viene del G20, por supuesto es cuidando los
intereses de sus propios capitales.
CG: Como usted ha dicho la problemática de la evasión
internacional y los paraísos tributarios es global y toca a todos
los países del planeta. Por esto usted también está en este momento
reuniéndose con representantes de África y Asia. Si analizamos a
América Latina en perspectiva comparada, ¿cuáles son los temas que
tienen en común los países de estas regiones y de qué forma se puede
dialogar y colaborar entre ellas?
(JCM): Entre todas las regiones vamos aprendiendo, a pesar de
que somos culturas totalmente diferentes entre Asia, África y
Europa. Pero hablando solo del sur tenemos cosas en común. Por
ejemplo, hemos encontrado que en el sector extractivo en los tres
continentes tenemos los mismos problemas, porque las empresas
extractivas, aparte de los efectos sociales y ambientales que
provocan, no pagan impuestos y evaden. Tienes un impacto ambiental y
social terrible, lo que te deja es destrucción y ningún ingreso,
pudiendo dejar ingreso. Sobre esto hemos venido compartiendo los
mecanismos que usan estas empresas transnacionales. Estamos
planteando organizar unas actividades especialmente para mineras de
oro de África, Asia y América Latina para profundizar sobre estos
temas.
Otro tema que tenemos en común es el de los incentivos para la
inversión extranjera. Con África hay una coincidencia ahí. Somos
casi una fotocopia, hay varias políticas similares. Esto permite que
pensemos en agendas y campañas de carácter global. Esto lleva al
desafío por ejemplo de una campaña global sobre las compañías
extractivas y el tema de los incentivos.
Para llevar a cabo acciones globales estos esfuerzos nos facilitan
mucho poder potenciar nuestro trabajo. Y nos permite lanzar todo el
tema de una nueva gobernanza global en materia fiscal. No puede ser
que la OECD y el G20 sean el espacio donde se define esto, porque es
el espacio de los países ricos e incluso no de todos ellos. Ni
siquiera de todos los países ricos, como en el caso del G20.
Idealmente todo esto debería ser abordado en Naciones Unidas. Bueno,
sabemos lo que es, pero es el espacio multilateral existente donde
deberían definirse las políticas fiscales a nivel global. Es donde
está representado el sur y donde podamos relacionarnos con el norte.
Así que estos esfuerzos de coordinación global nos permiten impulsar
este tipo de agendas de problemas específicos que tenemos en el sur.
Sobre esto puedes encontrar 3 ó 4 temas y relacionados con la
gobernanza global principalmente, y en esto venimos trabajando. En
conjunto con la academia, que cada vez empieza comprender más la
importancia de estas materias.