Frederick Luis Aldama (Ed.) (2013) Latinos and Narrative Media. Participation and Portrayal New York: Palgrave Macmillan, 301 pp. |
Reseñado por Andrés Torres
Universität der Künste Berlin
El libro Latinos and Narrative Media. Participation and
Portrayal editado por Frederick Luis Aldama se conforma de
quince artículos que reflexionan sobre la participación de los
latinoamericanos en los medios y la industria del
entretenimiento en Estados Unidos. Los quince artículos se
dividen en tres partes generales: (a) “Géneros de frontera …
Zonas fronterizas”1; (b) “Transmedial … Cruces
transraciales”2; (c) “Asuntos de forma, mente y
audiencia”3. Aldama es director de Estudios
Latino/as y del Espacio de Estudios para el Enriquecimiento y
la Investigación del Latina/o y Latinoamérica (L.A.S.E.R por
sus siglas en inglés), y cuenta ya con varios trabajos en el
área de artes y humanidades.
Los ensayos de la primera parte exploran la formación de un
retrato latinoamericano a partir de la relación con la
frontera, en particular la frontera entre México y los Estados
Unidos. La imagen de dichos retratos proviene principalmente
de medios como el cine, la televisión, los dibujos animados,
el comic, el documental, Internet y los tatuajes. Aquí los
autores indagan géneros y formatos que pasan por el western,
el cine de horror, el cine de ciencia ficción, la telenovela y
el reality-show donde se realzan los efectos de las políticas
migratorias y se contempla la innovación de expresiones
postmodernas de latinidad.
Por ejemplo, el ensayo de Camilla Fojas “Medios de frontera y
nuevos espacios de latinidad”4 se enfoca en cómo la violencia
generada por la migración de mexicanos y otros
latinoamericanos al territorio de Estados Unidos influye en el
discurso de los medios audiovisuales y sus estrategias de
producción. La autora analiza y compara material audiovisual
que se refiere al fenómeno fronterizo y examina los
significados de la latinidad dentro de ese espacio. Observa
así las posibles reflexiones que pueden suscitar en la
audiencia películas como No Country for Old Men, The Three
Burials of Melquiades Estrada, Sin Nombre y Machete, entre
otras. Por otro lado, plantea al cine de Robert Rodríguez como
una “mexicanización de lo anglo” (44), una solución que
disuelve la tensión de una frontera ideológica siempre
desigual.
La segunda parte analiza el tema de la etnicidad estructurada
en la industria del entretenimiento. Se determinan
características fenotípicas y funcionalidades lingüísticas,
sobre todo en producciones de ciencia ficción, que ayudan a
agrupar y dividir grupos étnicos en jerarquías para reforzar
modelos raciales de exclusión donde lo latino es inferior a lo
blanco. La sección es inaugurada por el ensayo “Vigilando la
frontera blatina”5. Su autor, Adilifu Nama, explora los
límites de la representación de lo negro y lo latino dentro de
la industria de los medios. Nama descubre en la fusión Blatino
(Negro y Latino) una forma de desentrañar luchas intrínsecas
sobre raza y etnicidad que se extienden a lo largo de
expresiones propias de la cultura pop norteamericana. Un nuevo
Hombre Araña (Miles Morales) mitad afro y mitad
puertorriqueño, un grupo de superhéroes (The Santerians)
procedentes de sincretismos religiosos entre lo africano y lo
latino, un Mauricio “Moo” Barrino quien supera en
multiculturalismo y fuerzas sobrenaturales al anglo agente
007, son algunos ejemplos del tejido transracial de la unidad
Negro-Latino que se evidencian en la industria de los comics y
que a pesar de ser un efecto de la estrategia industrial para
capturar audiencia, son al mismo tiempo representantes de
identidades que participan del mismo estatus, antes sólo
reservado para los superhéroes blancos.
La tercera sección del libro trata sobre el proceso de
percepción del público frente a las películas, comics y
videojuegos creados por latinoamericanos. Se subraya la
incursión de los creadores latinoamericanos en géneros como la
ciencia ficción y el horror donde se trascienden las
narraciones convencionales que enmarcan la figura negativa del
latino en Hollywood. La cultura chicana encuentra formas
independientes de expresión y se lanzan al mercado juegos de
video donde los personajes principales pueden ser inmigrantes
indocumentados.
Así, “En cuerpo y mente: latinos en videojuegos”6 de Aldama reflexiona sobre la
participación y representación de los latinos en el campo de
los videojuegos. Allí analiza las complejidades de procesos
cognitivos y emocionales en la producción y el uso de los
videojuegos. El texto incluye también un menú de títulos que
presentan imágenes negativas del latino como criminal o
figuras hipersexualizadas. Aunque existen también algunas
novedosas producciones latinas que ofrecen otro acercamiento.
Para Aldana, un caso especial es el del juego Papo y Yo que
ofrece una narrativa distinta a los anteriores donde el
propósito no es sólo acumular puntos ganadores sino establecer
una relación afectiva con el contexto del personaje principal.
Aldana nos hace reflexionar que a pesar de ser el grupo étnico
que emplea más los videojuegos, los latinos tienen una baja
representación en una industria que obstinadamente los
invisibiliza y los subordina a categorías inferiores.
Este trabajo genera reflexiones acerca de la identidad
latinoamericana en la industria de los medios. Destaca la
participación de esta identidad en el cine, el comic, los
dibujos animados, el blog y los videojuegos donde, más allá de
los estereotipos negativos, hay ejemplos que consiguen definir
una nueva imagen que los trasciende y opera como un nuevo
modelo de producción de medios.
Sin embargo no existe ningún artículo que se ocupe del
problema sonoro como tema principal. La aproximación más
cercana es la observación de Randy Oliveros en su ensayo
“Medios latinos en la era digital”7. El autor menciona la importancia de
los programas de radio en Internet realizados por
latinoamericanos en EE.UU. En dichos podcasts se abre un
espacio para la radio independiente que puede generar grandes
audiencias (como las que generan las emisoras comerciales
establecidas en el FM). El papel de la radio se ve no solo
como un elemento más del conjunto de expresiones de latinos en
Internet sino como un fenómeno capaz de producir cambios
culturales y pensamientos políticos que utiliza el sonido como
medio principal.
Otra perspectiva que el libro ignora es la participación de
los latinos en la industria musical que se antepone a los
esquemas de la música pop de EE.UU. Este campo desconocido
revela la fusión de ritmos latinoamericanos con géneros como
el minimalismo, la música experimental, el avant-rock, el dub,
el reggae, el ambient music, el hip hop y el techno entre
otros. Siendo la música un componente importante del
estereotipo latino en los medios, esta ausencia llama la
atención.
Más allá de esto, este libro es un aporte para entender la
representación de los latinoamericanos en el debate de los
medios audiovisuales y provee referencias útiles sobre
películas, programas de televisión, novelas gráficas, sitios
de Internet y video juegos que sirven para conformar un corpus
de investigación que esclarezca la articulación de lo latino
dentro de la teoría de los medios.