Scott Mainwaring and Aníbal Pérez-Liñán (2013)


Democracies and Dictatorships in Latin America. Emergence, survival, and fall


New York: Cambridge University Press, 353 p.

 

Reseñado por Sabina Morales

Social Science Research Center, Berlin

 

En Democracias y dictaduras en América Latina el lector encontrará uno de los esfuerzos más ambiciosos dentro de la política comparada que, empleando una muestra grande, se centra en los actores políticos para explicar el surgimiento, la sobrevivencia y la caída de los regímenes políticos en la región. Lo ambicioso del trabajo puede reconocerse en su amplitud espacial (una investigación que abarca toda América Latina continental y algunos países del caribe) y temporal (desde 1900 hasta 2010, aunque con énfasis a partir de 1945), en su cuidado conceptual (especialmente en lo que se refiere al concepto de semidemocracia) y en la integración de metodologías mixtas en dos etapas (pruebas cuantitativas articuladas con el estudio de dos casos: Argentina y El Salvador) pero, sobre todo, en sus pretensiones teóricas (explicativas en última instancia).

 

Mainwaring y Pérez-Liñan proponen en este libro una salida a lo que en trabajos anteriores llamaron el “excepcionalismo latinoamericano” (2003)1: el hecho de que los indicadores clásicos de modernización económica sean malos predictores del cambio y sobrevivencia de los regímenes políticos en la región. Dicho “excepcionalismo” consiste en que la modernización económica tardía en lugar de derivar en democracias, lo hiciera en autoritarismos burocráticos en el cono sur durante las décadas del 60 y 70. Pero también que la generación de democracias y semidemocracias latinoamericanas a partir de mediados de los años 70 hayan sobrevivido a condiciones que las teorías de la modernización consideran desfavorables: crisis económicas, alta inflación, bajo crecimiento y desigualdad persistente. Para dar salida a las encrucijadas teóricas y metodológicas del “excepcionalismo latinoamericano” los autores formulan sus hipótesis privilegiando los actores por sobre las explicaciones estructuralistas y las características culturales, enfatizando los factores políticos por sobre los económicos, y considerando el contexto regional.

 

El enfoque propuesto enarbola una explicación de nivel meso, esto es, que descarta tanto explicaciones próximas o de corto plazo (micro), como estructurales o de contingencia difusa de largo plazo (macro). El argumento principal del libro es que los cambios de régimen político en América Latina se explican por las siguientes tres variables: 1) la radicalidad e intensidad de las preferencias por las políticas públicas de los actores, pues su proclividad por políticas radicales aumenta la probabilidad de quiebre tanto para las democracias como para las semidemocracias; 2) las preferencias normativas de los actores hacia el tipo de régimen, pues su preferencia por la democracia aumenta la probabilidad de transición hacia regímenes competitivos a la vez que los previenen de su quiebra; y 3) la influencia directa e indirecta de los actores internacionales, pues un contexto regional favorable a la democracia hace las transiciones a los regímenes competitivos más probables a la vez que les sirve de factor protector contra su quiebra.

La estructura consiste de nueve capítulos: una introducción, un capítulo en el que los autores trazan su programa teórico, otro dedicado a la clasificación de los regímenes políticos, un capítulo cuarto en el que realizan un testeo cuantitativo, dos capítulos que profundizan en estudios de caso, otro dedicado a explorar con más detalle la dimensión internacional, un capítulo en el que se concentran en el periodo de 1945 a la fecha, y uno último que busca reinterpretar las teorías de la democratización a la luz de los patrones de América Latina. Tal estructura proyecta el cuidadoso arsenal teórico-metodológico que bien le permitirá a la obra colocarse como el tercer volumen del nuevo mainstream de la política comparada a lado de Democracia y Redistribución de Carles Boix (2003)2 y Los orígenes económicos de la dictadura y la democracia de Daron Acemoğlu y James Robinson (2006) editados también por Cambridge.

 

Mainwaring y Pérez-Liñán no pretenden hacer una réplica a ninguno de estos dos libros sino directamente a la incapacidad de la teoría de la modernización de lidiar con América Latina. Sin embargo, para entender a cabalidad el aporte de la obra a las derivaciones contemporáneas del otrora debate desarrollo-democracia, así como para poner en perspectiva sus virtudes y limitaciones, la comparación con Boix (2003) y con Acemoğlu y Robinson (2006)3 resulta indispensable.

 

La primera virtud es la centralidad de la dimensión internacional en el argumento. Esta dimensión alude a la influencia de factores foráneos sobre los actores domésticos pero también a la partición directa de actores internacionales jugando en la arena nacional, especialmente de Estados Unidos. Esta dimensión arroja luz sobre los puntos ciegos de los enfoques macro; pues logra explicar la rapidez con la que ocurrió la última oleada de transiciones hacia regímenes competitivos en la región.

 

La segunda virtud consiste en el tratamiento de la variable dependiente. La mayoría de los estudios análogos, incluyendo Boix (2003) y Acemoğlu y Robinson (2006), modelan sobre la base dos regímenes: dictadura y democracia. Por el contrario, Mainwaring y Pérez-Liñán realizan su análisis estadístico diferenciando entre tres valores: democracia, semidemocracia y dictadura. Dos regímenes competitivos y uno no competitivo. Con ello, los autores logran enfrentar con más holgura que sus predecesores las críticas por el reduccionismo dicotómico; aunque ello no les salva de las dificultades de establecer las fronteras de la categoría intermedia, aquella zona gris caracterizada por violaciones parciales—más no flagrantes—a los atributos democráticos definidos por los autores.

 

Dos de los factores claves en el argumento principal dependen de las preferencias de los principales actores: la radicalidad de las preferencias por ciertas políticas y su inclinación normativa hacia el tipo de régimen. Pero ¿por qué ciertos actores tienen ciertas preferencias y no otras? ¿De qué depende que cambien o hacia dónde cambian? Si bien los autores reconocen que los factores estructurales influyen en la formación de preferencias, no presentan elementos al lector que completen convincentemente el cuadro: ya sea de una serie clara de supuestos sobre el tipo de racionalidad que asumen, o bien una explicación de cómo es que factores (estructurales y/o políticos) y preferencias se articulan consistentemente. Aunque el cuidadoso análisis histórico de los dos casos—Argentina y El Salvador—presentan insights a este respecto; frente a Boix (2003) y Acemoğlu y Robinson (2006) la falta de transparencia sobre los mecanismos detrás de las preferencias representa una debilidad del estudio.

 

Los autores seleccionaron Argentina y El Salvador, casos típicos de dos patrones: países con muchos quiebres democráticos que tras la llamada tercera ola son democracias estables y países con un pasado autoritario estable que devinieron en regímenes competitivos igualmente estables. Esta selección de casos es atípica pero se justifica por el hecho de contar con una variabilidad interna suficiente para realizar comparaciones entre las observaciones que los mismos casos ofrecen. Sin embargo, considerando que justamente la tercera ola dio lugar a casi tantas semidemocracias como democracias, esta selección tiene una clara debilidad: ninguno de sus casos devino finalmente en semidemocracia.

 

Aunque el volumen está dirigido al lector docto en el estudio de los regímenes políticos; el público interesado en la historia política de la región durante el último siglo encontrará en Democracias y dictaduras en América Latina una referencia obligada para comprender sus transformaciones y dinámicas. Adicionalmente, su argumentación clara y el dialogo constante que entabla con la literatura de la metodología, hacen del libro una pieza didáctica para los recién iniciados en el campo de la política comparada.

 

 

1 Mainwaring, Scott, y Aníbal Pérez-Liñán ( 2003): “Level of Development and Democracy: Latin American Exceptionalism, 1945-1996.” En: Comparative Political Studies 36 (9), pp.1031–1067.

2 Boix, Carles (2003): Democracy and Redistribution. Nueva York: Cambridge University Press.

3 Acemoglu, Daron, y James A. Robinson (2006): Economic Origins of Dictatorship and Democracy. Reedición. Cambridge University Press.