Jeffrey G. Williamson:
Trade and Poverty – When the Third World Fell
Behind
Cambridge & London: MIT Press, 2011, pp. 301
Reseña: Markus
Rauchecker
♦ Jeffrey G. Williamson es profesor emérito de
Economía en la Cátedra Laird Bell de la Universidad de Harvard, además de autor
de varios libros sobre globalización,
desde una perspectiva histórica. Trade and Poverty es una acumulación de
trabajos, algunos de los cuales tienen su origen en una ponencia en 2004 que
fue publicada en el libro „Globalization and the Poor Periphery before 1950“
(2006, MIT Press), para posteriormente ser complementado con otros artículos de
relevancia para el autor.
Como el título indica, el libro trabaja la conexión entre
comercio y pobreza, aunque trata más la relación entre comercio y desarrollo
económico. Llama la atención que aunque el término “tercer mundo” en el subtítulo describe
una categoría especial de países durante
la guerra fría, el libro esté focalizado en el siglo XIX. Pareciera que el
autor es consciente de este problema, ya que utiliza asimismo la distinción
entre centro y periferia.
Con este libro, Williamson se ubica en el debate, tanto
sobre la división internacional del trabajo entre centro y periferia, como en
relación a la teoría de la dependencia, la cual es tematizada sin ser nombrada.
Con
la discusión acerca del comercio exterior como causa del desarrollo económico,
Williamson entra en el debate sobre la globalización entendida como el aumento
del comercio mundial. Además, se
inscribe en la discusión sobre las desigualdades desde una perspectiva
económica, y trata la desigualdad del PBI y del ingreso concibiéndolas como
causa positiva o negativa del crecimiento económico.
Su objeto de estudio es la diferencia de nivel económico
entre diferentes regiones del mundo, midiendo el PBI (producto interno bruto)
per cápita. Williamson distingue el centro industrial de la periferia
pre-industrial, en base a los porcentajes de commodities agrícolas y mineros en
la exportación.
La pregunta central que plantea es: „Did the global
trade boom between 1820 (or even 1750) and 1913 serve to augment the great
divergence?“ (7). Williamson señala que a comienzos del siglo XVIII, los países
periféricos y del centro presentaban un mismo nivel de industrialización. Su hipótesis general es que el gran ascenso de los
términos de intercambio en los países periféricos –es decir el aumento del
precio de commodities (¿de los productos?) exportados y la caída de los precios
de productos textiles importados– causó desarrollo económico, pero además un
proceso de des-industrialización en los países periféricos.
El libro está estructurado en tres partes: en primer
lugar, Williamson plantea el problema y operacionaliza los indicadores para
discutir la pregunta central (Capítulo 1-5). A continuación, el autor hace tres estudios de caso a partir de una
perspectiva macroeconómica (Capítulo 6-8), para finalizar elaborando sus
conclusiones respecto de la des-industrialización y re-industrialización en la
perifería (Capítulo 9-14).
En un análisis macroeconómico Williamson da cuatro
explicaciones de la des-industrialización: síndrome holandés, búsqueda de
rentas, conectado con la maldición de los recursos y la volatilidad de precios
de commodities. Con el modelo Neo-Ricardian estima la conexión entre causas endógenas y
exógenas. Este modelo es una correlación entre productos textiles –con los
cuales mide el grado de industrialización– y granos, productos primarios
exportados y trabajo. En contraste con los productos textiles y primarios, los
granos no habrían sido comercializados en el mercado mundial antes de la
generación del mercado internacional de granos de fines del siglo XIX.
Williamson plantea que el trabajo productivo fluye entre los tres sectores
económicos señalados, basándose en la suposición de Malthus, la cual concibe
que la provisión de trabajo no tiene límites cuando el salario garantiza la
subsistencia alimentaria. Por eso Williamson conecta el salario nominal con el
precio del grano.
Las críticas más fuertes a las proposiciones de Williamson
podrían dirigirse contra el uso del
modelo Neo-Ricardian. Aunque el autor explique en repetidas ocasiones las
barreras de la circulación de bienes en todo el territorio de un país, debido a
diferencias en el desarrollo del sistema de transporte, no tematiza las
limitaciones en la movilidad de la población relacionadas con diferentes
dimensiones de desigualdad. Williamson asume –de acuerdo al modelo
Neo-Ricardian– la circulación sin límite de personas, al referirse al trabajo
que fluye entre todos los sectores económicos de un país. Esto hace conveniente
que la discusión se focalice más profundamente en el nivel subnacional,
observando en el interior del país los centros y periferias económicas, es
decir las desigualdades espaciales.
Williamson analiza el cambio de la desigualdad en
diferentes regiones mundiales, basándose en estimaciones del coeficiente GINI y
sostiene que Europa pre-industrial fue un poco más desigual que América Latina
pre-industrial, pero que Europa tuvo un crecimiento económico mucho más alto
que América Latina. Por eso Williamson
rechaza la hipótesis causal de Engerman y Sokoloff que señala que la
desigualdad del ingreso fomenta la búsqueda de rentas e impide el crecimiento
económico. Williamson explica el desarrollo económico diferente en Europa y América
Latina a partir de la tasa de extracción de recursos naturales en América
Latina, que es significativamente más alta que en los países europeos del
centro. Por otra parte, la fuga colonial o la transferencia de capital desde
las colonias hacia la metrópoli o el
centro, constituye un factor de desigualdad con mayor peso en las colonias, que
en aquellos países periféricos pero independientes.
Después de la des-industrialización, Williamson investiga
la re-industrialización de fines del siglo XIX en América Latina. En la base de este desarrollo económico estarían
las políticas pro-industriales a partir de 1880 y la alta competitividad
salarial de Latinoamérica, debido al aumento de los salarios en el centro
europeo. La devaluación de las monedas nacionales, que sólo se observaba en
países independientes –especialmente en México y Brasil– habría sido favorable
para la industria doméstica y para el desarrollo económico. Según Williamson,
las tarifas sirven para proteger la industria doméstica, pero también evalúa
cómo otras medidas –como los subsidios– podrían ser más eficientes para la
industria.
Después del análisis de las regiones del mundo, el
autor se dedica a tres casos ideales o típicos para analizar causas
específicas, en los niveles doméstico y global. Una selección de casos
explícita ayudaría al lector para entender la relevancia de los casos para el
análisis. En el caso de la India, Williamson expone los siguientes cuatro
argumentos para explicar su extraordinario proceso de des-industrialización: El
colapso del imperio Mughal, el cual fue sucedido por varias unidades pequeñas y
finalmente por la hegemonía británica, causó un estado de guerra que disminuyó
la producción agrícola y el comercio doméstico. Además, el clima fue un factor
importante para la productividad agrícola; en este caso, fue la sequía la que
destrozó la cosecha y causó un alza de los salarios. Ello habría precipitado un
descenso de la competitividad salarial en comparación a Gran Bretaña. Del mismo
modo, el gran aumento de la productividad de la industria textil en Inglaterra,
a base de un avance tecnológico y de la transferencia de capital desde la India
a Gran Bretaña, reforzaron el proceso de des-industrialización.
La supervivencia de algunos sectores de la manufactura
textil en el imperio Otomano, se explicaría en cambio por razones domésticas. Es decir, por la
falta de un sistema de transporte en gran parte del imperio y, por ende, debido
a la penetración insuficiente de bienes importados en el territorio. En esto
último habría confluido también la relativa resistencia cultural frente a
diseños textiles provenientes del extranjero. Además hubo una diferencia en la
correlación entre trabajo y alimentación básica. Una parte de los alimentos
básicos fueron comercializados en el mercado internacional, a diferencia de lo
ocurrido en la India.
Williamson atribuye un carácter excepcional al caso de
México, debido al fuerte aumento de los términos de intercambio y de la
ausencia de una des-industrialización significativa, como aquella observada en
el resto de la periferia. Además de los pocos efectos del síndrome holandés y la
alta competitividad salarial, el autor introduce un nuevo factor político
pro-industrial: las tarifas y los subsidios. La guerra de independencia dañó
fuertemente la industria textil en México, pero su efecto fue transitorio.
Finalmente, Williamson verifica la relación entre el
comercio y el desarrollo económico planteada en la pregunta central, en base a
tres observaciones: el comercio mundial fomentó la industrialización en el
centro, pero no en la periferia; el boom del comercio mundial aumentó
tremendamente la desigualdad en la periferia y la especialización de los países
periféricos en la exportación de commodities los expuso a la volatilidad de precios
en el mercado mundial, impidiendo su crecimiento económico. Su hipótesis es
que políticas pro-industriales quebrantan la correlación entre el aumento del
comercio mundial y la des-industrialización en la periferia.
El libro aporta una sistematización de conceptos y teorías así como un material estadístico muy rico desde una perspectiva económica. Sería fructífero para este trabajo, ampliar el concepto de desigualdad del PBI y del ingreso, por ejemplo a la desigualdad de recursos, que se divide en la desigualdad de recursos como base y la desigualdad de acceso a oportunidades (Therborn 2011: 20-22) o a las desigualdades espaciales dentro de un país. Un concepto más amplio posibilitaría un análisis más profundo de diferentes fenómenos discutidos por Williamson, expuesto en la crítica del modelo Neo-Ricardian. Además el PBI sólo mide el rendimiento capitalista formal, entonces solamente capta una parte del desarrollo económico y del bienestar de una sociedad. La (introducción)/ utilización de otros indicadores facilitaría el análisis respecto de la pobreza, que – de acuerdo al título – es un tema del libro. ♦
Referencias:
Therborn,
Göran (2011): Inequalities and Latin America, desigualdades.net Working Paper
Series, Nr. 1, Berlin,
http://www.desigualdades.net/en/Working_Papers/index.html